“No nos importa si es el hijo de un diputado, que vayan presos”, la bronca de la familia del chico golpeado a la salida de un boliche

Guido Ruiz tiene el tabique y la mandíbula fracturadas. Perdió dos dientes y tiene un ojo tan hinchado que no saben si perdió la visión. todavía da vueltas entre Rosario y Pergamino para hacerse estudios, tomografías y pericias. Tiene 17 años y hace diez días que no puede ir a la escuela después de que un grupo de personas le diera una golpiza brutal a la salida de un boliche.

Fue el domingo 15 de junio que Guido salió a bailar con sus amigos a una fiesta en El Porteño, de Colón, provincia de Buenos Aires, a 50 kilómetros de Pergamino.

El video es brutal: tres jóvenes lo atacan en simultaneo y le pegan hasta que un cuarto lo arrastra fuera de cuadro.

Las imagenes son tan violentas que la fiscal Magdalena Brandt, de la fiscalía descentralizada de Colón, que depende del Departamento Judicial de Pergamino, consideró que se trató de una tentativa de homicidio y pidió la detención de Maximiliano Martínez (20), Juan Ignacio Ejmami (21) y Gino Ansaloni (19), el hijo de Pablo Ansaloni, diputado provincial por la Libertad Avanza.

El juez César Solazzi hizo lugar al pedido de detención de la fiscal Brandt pero los abogados particulares solicitaron una eximición de prisión. Como no estaban en los domicilios allanados, la fiscal pidió la captura y los defensores particulares la eximición de prisión.

Los tres sospechosos estaban prófugos hasta este martes y se estima que habían dejado Colón. Uno estaba en Rosario y otro, se presume, en La Plata. Si bien sus defensores aseguran que “están a derecho”, lo cierto es que hay un pedido de detención en su contra, tienen abogados en el expediente y –al momento– no se han entregado en la fiscalía.

Cerca del mediodía del martes Solazzi rechazó los pedidos de la defensa y los acusados deberán entregarse: dos anticiparon que lo harían este miércoles para ser indagados por la fiscalía, aunque fuentes consultadas por Clarín aclararon que Ansalosi aún no se había entregado y tampoco había recibido notificación de sus abogados.

Fuentes del caso confiaron a Clarín que Guido Ruiz no ha podido declarar en sede judicial a la espera de estudios complementarios vinculados a las lesiones que, en un principio, parecían leves pero que se convirtieron en graves con los informes médicos.

Para Brandt “por la forma de pegar” y por “las lesiones” detrás de la golpiza hay un intento de homicidio. Además, consideró clave que la agresión haya terminado por la intervención de otra persona que sacó a la víctima del lugar y no porque hayan decidido interrumpir la agresión.

Será fundamental la declaración de Guido y de los imputados para esclarecer qué pasó antes de que se desatara la golpiza. También para sostener o modificar la acusación.

Guadalupe Ruiz tiene 20 años y es la hermana de Guido. El domingo 15 de junio se despertó con los gritos de dolor de su hermano que no sabe cómo logró llegar de regreso a su casa la madrugada del ataque.

“Mi hermano está en mi casa, tenemos que hacerle varias cirugías, tiene una fractura de nariz, en la mandibula, dos dientes que se le cayeron. Tenemos que recuperar el ojo porque tiene un hematoma y tiene el ojo lleno de sangre, por lo que no se sabe cuánto va a recuperar la visión del ojo. Además espera del turno para una tomografía por la cantidad de golpes que recibió en la cabeza”, detallan sobre el periplo de la familia desde hace 10 días.

Según el relato de la víctima, no había conflicto con ninguno de los integrantes del grupo que lo agrede, al menos no durante esa noche. “Maximiliano Martínez que es el que está en el video, el que lo tiene encima, sí tenía un problema con él pero adentro del boliche le dijo ‘está todo bien’, tenía la intención de agarrarlo desprevenido”, repasa Guadalupe en diálogo con Clarín.

Los agresores no eran del mismo grupo de amigos y sabían que Guido era menor, que todavía va la escuela. “En Colón nos conocemos todos”, aclara Guadalupe.

“Ellos estaban afuera esperándolo, algo habían hablado. Mi hermano salió solo. Ahí le pegaron, el chico que lo saca se llama Nahuel, estaba con ellos, por eso para nosotros es responsable. Por cómo lo saca, sabiendo que estaba inconciente lo arrastró por el piso y lo dejó tirado en la esquina. No avisó a nadie ni llamó a una ambulancia, es igual de cómplice“, cuestiona la joven.

Nadie sabe cómo hizo Guido para regresar a su casa ni cómo abrió la puerta. Lo encontraron una hora después en su cuarto dolorido y bañado en sangre.

“Nos dio mucha angustia y mucha impotencia de ver a mi hermano así, pensar que alguien le había hecho eso. Como hasta ahora, que seguimos esperando que los metan presos. No nos importa que esté el hijo de un diputado, todos tienen que estar presos”, insistió la joven.

Luego de hacer la denuncia, la familia de Guido fue a buscar al único que la víctima podía reconocer: Maximiliano Martínez.

“Su papá salió y nos dijo que el hijo no había salido, que no salía en Colón porque ya tenía dos denuncias. Lo fue a despertar y dijo que él no fue, acusó a los amigos y dijo que él no podía pegar porque tiene pánico y ansiedad y le tiemblan las manos. Así los denunciamos a todos”, recordó Guadalupe.

El video se viralizó rapidísimo en Colón y ya está en los celulares de todos. Guido –dice su hermana– “está muy mal psicológicamente” y vive “con impotencia porque la Justicia no hace nada“.

“El alivio sería verlos presos, que se hagan cargo de las consecuencias de lo que hicieron, no pueden quedar impunes por tener poder”.